La terapia en adultxs la concebimos como un acompañamiento profesional. Esto es, no es necesario recurrir a terapia cuando estamos ante una situación insostenible. En muchas ocasiones, no sabemos bien qué nos ocurre, notamos que algo no va bien y no sabemos cómo gestionarlo. Hay veces que nos encontramos en un callejón sin salida, parece que nadie nos entiende, nos valida, nos comprende. Intentamos gestionar mucho a lo largo del día y algunas veces nos vemos sobrepasadxs. En la terapia encontramos un lugar de no juicio, de escucha activa, de compasión y de sostén emocional. En ocasiones necesitar oxígeno para subir la montaña, no nos hace más débiles, sino más conscientes y responsables. Por eso, estamos aquí y la terapia supone ese oxígeno que a veces nos falta, ese acompañamiento que tanto necesitamos.
A priori retroceder puede parecer un fracaso, en ocasiones, es el único camino para lograr avanzar.
Muchas veces nos vemos sin recursos o estrategias para la gestión de los diferentes problemas que van aconteciendo. Otras veces nos sentimos enfadadxs, frustradxs o tristes y no sabemos el origen de todo y cómo abordarlo, de hecho todo esto no nos deja disfrutar del día a día como antes.
Trabajamos desde un enfoque integrativo, aunando diferentes enfoques dependiendo del motivo de consulta y de lo que vayamos descubriendo a lo largo de las sesiones. Normalmente revisamos el pasado, ya que nuestra mirada en trauma y apego nos hace conocernos mejor hoy y acompañar y ser compasivxs con el niño o a la niña que fuiste.
¿Qué abordamos más frecuentemente en la terapia para adultos?
- Ansiedad
- Estrés
- Duelo
- Problemas de fertilidad
- Problemas del sueño
- Habilidades sociales/autoestima, inseguridad
- Conflictos relacionales (pareja, trabajo…)
- Transiciones vitales (cambios laborales, separación…)
- Terapia de pareja
- Inestabilidad emocional
- Autoconocimiento. Autoestima. Resiliencia.
- Soledad. Vacío. Culpa. Impotencia.
- ASI
- Trauma